jueves, 7 de mayo de 2009

¿Tú a quién quieres serle fiel?

Yo tengo pocas certezas. Me gusta saltar. Ésa es una y ya los seguidores del blog deberían saberlo.

Yo no sé qué es la libertad. Pero la deseo. Y la deseo aún más cuando no la tengo. Palabra abierta, palabra posible. La arbitrariedad me da asco, me ensucia las manos. Poca conciencia tenía de la libertad hasta hace poco. No soy persona de refranes. Pero éste es justo y necesario. Sí, como el Dios de los católicos. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

Creo en el arte como libre manifestación de las individualidades que se convierten en oportunidades colectivas de la sociedad. Nunca, como en estos días, he sentido temor por una pérdida de absoluta libertad. Porque soy libre en mis decisiones, en mis actos, en mis posturas, en lo que yo decido. Pero qué pasa cuando alguien más decide por mí. ¿Qué pasa cuando se me impone una esvástica, una estrella de David, en pez, o un color? ¿Qué pasa cuando el tiempo se detiene para mí y sigue corriendo para los otros? ¿A dónde irá el espacio que habla de la libertad?

Ojos cerrados.
Bocas cerradas.
Oídos cerrados.
Mentes cerradas.

Esta mañana leí en el periódico una noticia de espanto. ¡Como si eso no fuese ya rutina de cualquier ciudadano de este valle de caos leer noticias de espanto! El titular decía: “Los artistas están de luto”. Ya desde ayer sabía del suceso, pero leerlo, verlo impreso y materializado, hizo que las lágrimas de un joven artista comenzaran a caer. No. No era actuación, no era ficción. El Ateneo de Caracas ha sido desalojado, nada más y nada menos, que por el Ministerio de la Cultura. Palabra cerrada, palabra imposible.

Ya hablaba Antígona de la libertad. “Estoy aquí para decir que no y para morir”. Pero ¿quién está dispuesto a decir que no? ¿A qué le tenemos miedo? Hay cosas que tenemos que hacer. Antígona debía ser fiel a los restos de su hermano. ¿Nosotros a quién le seremos fieles? Cuántos espacios para el arte veremos morir. No sé qué hay que hacer, lo confieso. Nunca he sido hombre de acción. Pero sé lo que no hay que hacer. Busque usted, señor lector, su manera de actuar. Deje que su conciencia de hable. A veces es bueno.

Fernando Savater, en Las preguntas de la vida, revela que hubo un día de su infancia en el que entendió que él también iba a morir. Confieso que yo no recuerdo cuándo fue que entendí todo ese asunto de la muerte, pero también sé que eventualmente la amiga de negro seductor llegará. Pero quiero que cuando llegue me hable de la libertad. ¡Qué curioso! Hablar de libertad con la muerte. Sólo quiero que la libertad no muera. Ella no debe morir.

No quería hablar de fidelidad, pero tengo que hacerlo. Y si tengo que serle fiel a alguien, quiero serle fiel a la libertad. ¡Sueño utópico, ¿no?!
¿Tú a quién quieres serle fiel?

5 comentarios:

  1. Genial. Muy pertinente evocar a Fernado Savater en este escrito, tanto que me recordó una cita del mismo libro " Es acción mía todo lo que no ocurría si yo no quisiera que ocurriese. A esa posibilidad de hacer o de no hacer, de dar el sí o el no a ciertos actos que depende de mí, es a lo que podemos llamar libertad"

    Mi respuesta: Quiero serle fiel a mis acciones concebidas en mi mente que de una u otra forma estan e desacuerdo con este sistema.

    Saludos señor Leo.

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  2. Los artistas seguiremos de luto...
    Pero seguiremos demostrando que el talento sobre las tablas no se rinde ante los obstáculos...
    La libertad que genera un espacio ante nosotros tan familiar, ante otros desconocido, hace que podamos sentirnos apoyados en el ideal de seguir caminando con la mirada firme, siempre hacia adelante...
    Le soy fiel a esto Leo, simplemente.

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  3. Mi Vida, siempre tan elocuente. Perdemos un espacio físico más, y vamos ganando terreno en nuestras almas... Es duro, cuando se es artista de verdad, recibir este tipo de noticias. Éstas que uno guarda profundamente en el corazón y que duelen. En un país como el que tenemos actualmente, no nos quedará más que, dentro de menos tiempo del que creemos, comenzar a hacer un arte clandestino. Porque el arte político, el circo (con el perdón de los verdaderos espectáculos circenses) de hacer teatro, música, cine, pintura, para jalar bola, no es honesto y como tal, no es arte. Y ese es el que se permite en este país. Y para muestra un botón (Edith)... y todo un costurero... En un País donde no hay Libertad (o la hay a medias, que es mucho peor), cuesta el alma serle fiel a aquello en lo que creemos (sea lo que sea). Allí está el reto.

    Te amo, siempre.

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  4. Mon ami,

    me encantó este texto. No te imaginas lo que me conmovió. Me vi reflejada en el espejo de tus palabras. Sí, es muy triste todo lo que está pasando... Y más triste aún es ese estado letárguico en el que estamos todos... Espero que todos logremos despertar...

    Te amo,

    bises,

    C.

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